Llevo días y días intentando escribir algo.
Yo venía a hablar de mis chorradas en este humilde umbral al mundo, así como muy anónimamente, así como pasando de puntillas. Y hete aquí que me encuentro con más de una expectativa y ésto no se ha puesto aún a andar. ¡ madre mía!
Por más que una escriba para una ( y esa una son un millón, que soy yo), la cosa se pone como una olla expres en ebullición. Venga chop chop, chop chop, chop chop.
Y encima me viene la regla (no seguiré hablando del chop chop, por no herir susceptibilidades), y entonces me pongo de mala hostia, y ansiosa, y nerviosa, y temerosa. Menos mal que hay crema de avellana y cacao en la nevera, menos mal que hay cucharas soperas en el cajón de la cocina, menos mal que no hay nadie que me vea empuñando ambas, y poniéndome cerda en el sofá de casa mientras veo telebasura.
Sí, sí. Mientras los ovarios hablan, gritan, te arañan la pelvis y te tocan la moral, la conciencia está muda y la culpa sorda. Mañana, o pasado mañana (porque con estos ciclos menstruales tipo Guadiana, que me ha tocado en la tómbola de luz y de color de la vida femenina, a saber cuando para ésto) aparecerá el mesar de cabellos, los golpes de pecho, los arrepentimientos y los propósitos de enmienda que jamás se cumplirán.
Hoy pasaré frente al espejo metiendo barriga y justificando compresa en mano mis bacanales chocolateadas.
Mañana, o pasado mañana, me subiré y bajaré cuatrocientasveinticinco veces la camiseta para ver si ese michelín que crece y mengua a su antojo, se transforma en algo así como una tabla de planchar o una ensaimada rellena de crema.
Sea cual sea la mutación, lloraré de rabia por dentro y juraré poniendo a Dios por testigo, que jamás volveré a comer nuttella, o nocilla o sucedáneos de marca blanca.
Y la vida seguirá su curso, igual que mi paranoia.
Quedan 14 días para la ovulación.
La vida no es un ciclo, la vida es ciclotímica... y yo más.
Yo venía a hablar de mis chorradas en este humilde umbral al mundo, así como muy anónimamente, así como pasando de puntillas. Y hete aquí que me encuentro con más de una expectativa y ésto no se ha puesto aún a andar. ¡ madre mía!
Por más que una escriba para una ( y esa una son un millón, que soy yo), la cosa se pone como una olla expres en ebullición. Venga chop chop, chop chop, chop chop.
Y encima me viene la regla (no seguiré hablando del chop chop, por no herir susceptibilidades), y entonces me pongo de mala hostia, y ansiosa, y nerviosa, y temerosa. Menos mal que hay crema de avellana y cacao en la nevera, menos mal que hay cucharas soperas en el cajón de la cocina, menos mal que no hay nadie que me vea empuñando ambas, y poniéndome cerda en el sofá de casa mientras veo telebasura.
Sí, sí. Mientras los ovarios hablan, gritan, te arañan la pelvis y te tocan la moral, la conciencia está muda y la culpa sorda. Mañana, o pasado mañana (porque con estos ciclos menstruales tipo Guadiana, que me ha tocado en la tómbola de luz y de color de la vida femenina, a saber cuando para ésto) aparecerá el mesar de cabellos, los golpes de pecho, los arrepentimientos y los propósitos de enmienda que jamás se cumplirán.
Hoy pasaré frente al espejo metiendo barriga y justificando compresa en mano mis bacanales chocolateadas.
Mañana, o pasado mañana, me subiré y bajaré cuatrocientasveinticinco veces la camiseta para ver si ese michelín que crece y mengua a su antojo, se transforma en algo así como una tabla de planchar o una ensaimada rellena de crema.
Sea cual sea la mutación, lloraré de rabia por dentro y juraré poniendo a Dios por testigo, que jamás volveré a comer nuttella, o nocilla o sucedáneos de marca blanca.
Y la vida seguirá su curso, igual que mi paranoia.
Quedan 14 días para la ovulación.
La vida no es un ciclo, la vida es ciclotímica... y yo más.
Nunca me gustaron las reglas. Imponen demasiado.
ResponderEliminarEl chocolate si me gusta.
Besos.
Soy varón masculino, y claro, nunca me afectaron las reglas femeninas. En cuanto a las reglas de ellas, tampoco. Debo ser un impúdico. Si me gusta y trae ella, me gusta con menstruación o sin ella. Allí me refugio. Es tibio. Es sangre. Somos sangre. Y, por añadidura, a ellas suele írseles la melancolía. Si es así, yo contento con ellas con menstruación. Y ellas se quedan más satisfechas con tu propia ¿fisiología?
EliminarAmilcar Moretti
Periodista con sección escrita en cultura fotógrafo de imágenes de autor y expresión en desnudo femenino.
Buenos Aires-la Plata
Argentina.
http://www.moretticulturaeros.com.ar
EROTICA DE LA CULTURA
Me queda media tableta de Valor, si gustas.
ResponderEliminarBesos.
Hay preguntas que ofenden...
EliminarBesos.
Me asomo, con prudencia y respeto extremado, aunque atisbando, pues me encanta mirar el culo de las cosas, bueno borra eso, mejor diremos el reverso, de las maquinas los interiores y de las personas la bioquímica que nos impulsa a través de sus ojos, pero nunca he podido llegar a ver mi propia popa...por eso escribo? pues no sé...
ResponderEliminarUn beso.
Gracias por asomarse y contarlo :)
Eliminar¿ qué que ojo mío ha visto impulsando qué?!!!! madredediox!!
A saber por qué escribimos, igualito que a saber por qué respiramos.. ;)
Un beso.
"de las personas la bioquímica que nos impulsa a través de sus ojos..."
EliminarPues deje usted que yo me explique: la mirada traspasa, invita, rechaza, nos mueve o nos conmueve y por tanto me atrevo a sostener que cuando uno mira de modo fijo a la nuca de una persona, ésta se siente observada...y a ese reverso me refería...si no le molesta a vuesa merced que lo manifieste así en esta que es su casa...escribimos, para mirarnos por dentro pues??
bioquímica con las sensaciones en la nuca.
EliminarCon que haya química yo me conformo.
Escribimos porque algo tenemos que decir... sobre lo de dentro, y lo de fuera. :)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUmmm dulce tentación pecaminosa, ese chocolate...
ResponderEliminarAdoro los pecados. Como esa mariposa tatuada. Pero para que sean pecados, solo se ha de hacer de vez en cuando porque entonces es cuando se convierten en vicio. Adoro los vicios. Pero intento no reincidir porque soy altamente propenso a la adición y eso es un nivel más porque en el fondo adoro ser adicto. Por eso lo temo. Cuidado con la ovulación, las hormonas saltan en estado de ebullición.
Besos.
La mariposa no está tatuada, y de ser pecado es venial.
Eliminar¡ cómo le entiendo!!!
Lo sé, lo sé. Hay mucha saltimbanqui por aquí.
Besos
Será que no me fijé demasiado en la mariposa :-D ...
Eliminar¡¡¡Pues es monísima!!!
EliminarNo se que ocurre pero las entradas se multiplican por dos. Ah, la nutella no es mala, el problema es el tamaño de la cuchara. ;-)
ResponderEliminar¿ será un milagro?
EliminarA ver traigame un pan y un pez, vamos a probar. ;)
¡¡ enorme!!!
gracias por la visita y las palabras.
Tienes un premio en mi blog. Cuando gustes, pasas a recogerlo.
ResponderEliminarSe trata de un Liebster Award
http://lascariciasdelavida.blogspot.com.es/2013/09/liebster-award.html
Gracias infinitas. Yo te regalo un beso.
EliminarPienso que eres tan "impúdica" que mereces ser seguida, y estar atento a tu trabajo. Me gustan las impúdicas, salen de lo convencional, juegan con los límites. Tal vez lo real sea otra cosa. Pero aquí adhiero a virtual, a la propuesta virtual. Ah, y Google no tiene razón, porque al ocultar tu nombre demuestras que eres púdica, pudorosa, que es en este nivel de "subversión" virtual lo que me atrae.
ResponderEliminarAmilcar Moretti.
Buenos Aires-La Plata
EROTICA DE LA CULTURA
http://www.moretticulturaeros.com.ar
muchas gracias y bienvenido. Intentaremos seguir combinando ser impudicia con un toque de pudor, sin caer en la inmundicia ;)
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