Hay dos formas de mirar las cosas. De frente y de canto. Yo tengo una voz horrible, así que prefiero plantar mis ojos delante y ver lo que tenga que ser.
Suelo hacerlo con ropa. por ese algo de pudor, pero ultimamente me visto con las gafas de la desnudez. A piel abierta y temblorosa, a pecho descubierto y veloz, a víscera al aire y licuada. Mis barreras cada vez son más finas, más que el papel, más que la vida, más que los besos. Cicatrices profundas, heridas superficiales, costurones y desgarrones nuevos y añejos, cauterizo francamente mal. No es obstáculo.
Podrán venir a romperme mil veces, tengo la caja de costura repleta. Mi alma está acostumbrada a lamerse con aguja e hilo.
Como bien dices, la vida está llena de rotos... y de sus respectivos descosidos. Pero siempre hay oportunidades para tejer nuevos sueños e ilusiones.
ResponderEliminarparchear, cuando toca...
EliminarYo siempre te veo el culo. Qué cosas. Será que no sé mirar(te)
ResponderEliminarSaludos.
ni sabes, ni quieres, ni lo intentas.
Eliminarsaludos.
Tú te lo dices todo, si no sé y encima no quiero, cómo lo voy a intentar.
EliminarGuiño de ojo.
Pica un poco el enlace de pinchos, pero queda muy sensual en una piel desnuda.
ResponderEliminarMe ha encantado tu texto.
Un beso.
la sensualidad puede ser dolorosa.
Eliminarbeso.
Quién es grande y fuerte, pequeñita?
ResponderEliminarMe encanta la foto.
Besos
¡ tú ! :)
Eliminarmuas