Esta semana me propusieron sexo virtual. Por webcam. Dije que no. No me apetecía. Estoy en un punto extraño conmigo misma, y con el mundo. Y el sexo es parte de mí, y tiene que ver con el mundo. De hecho es un mundo. Así que, agradecí a mi amigo la oferta, y le dejé que se explayara con otra. Me daba cierta pereza motivarme, ver sus calzoncillos descendiendo poco a poco. Para ver su polla. Sus huevos. Seguro que me hubiese apetecido lamerlos. Darles mordisquitos. Chuparlos. Y sacar mi lengua puntiaguda para subir por su polla como si fuese un polo de fresa. Enredarla por todo el falo, hasta llegar al prepucio y allí atacarlo a remolinos. Me daba cierta pereza, desvestirme. Subir el top y dejar mis tetas al aire, rebotando contra mi tórax, con mis pezones todavía planos apuntando a ninguna parte. Bajar mis shorts, mis bragas, mi pereza, y poner el coño delante del móvil. Qué feo se ve. Abrirlo, y enseñar ese secreto ibérico recogidito y esponjoso. Seguro que me hubiese apetecido que me lo lamiesen. Que me dieran mordisquitos. Que me lo chuparan. Y que sacara su lengua puntiaguda para subir entre mis labios como si fuese un merengue de fresa. Enredarla por todo mi coñito, hasta llegar al clítoris y allí atacarlo a remolinos. Bah.
Ayer me propusieron sexo telefónico. (hola!, sé que me estás leyendo C.). Dije que no. No me apetecía. Estoy en un punto, bla, bla, bla. Hace tiempo que unas letras repentinas hablando de sexo en la pantalla no me dicen nada. Hace tiempo que unas palabras al oído hablando de sexo no me dicen nada. Y mirad que ando caliente como una plancha. Pero falta ese click. Hay algo más seductor que todo éso, más complejo. más elaborado, o no. Quizá cualquier tontería podría ponerme más cachonda que una polla, o un relato. A ver si voy a ser pansexual. O sólo me hace falta un buen polvo de cinco horas para dejarme calladita. No lo sé. Otro día lo cuento. Que tengo ganas de piel. De polla. Y de huevos. De los gordos, de dos yemas. Con su polla muy gorda también. Chorreando entre mis tetas después de habérmela comido con más ganas que vergüenza.
Así, que. Os pregunto. ¿ Qué os parece este tipo de sexo alternativo para cuando hay ganas, pero nada a mano?. ¿ Un complemento?, ¿ un tonteo sano?, ¿ una experiencia?, ¿ con conocidos, con desconocidos? Antes había telescopios, mirillas, y mucho morbo. El morbo es fundamental. Lo sorprendente. ¿ Qué tipo de sexo de este estilo os daría un morbazo que os cagáis? Animáos, anda, y no sólo los chicos. Contadme. Prometo contar yo también si se tercia. Total, siempre os lo cuento todo. Y estaría bien que el blog volviese a ser participativo como antes. ¿ Veis? He escrito ésto y me he puesto cachonda. Quien sabe, quizá pruebe algo antes de salir. Gracias!
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Durante una época de mi vida tuve bastante sexo a través de la webcam con desconocidas. Naturalmente, siempre voy a preferir el sexo de verdad, piel con piel, antes que este triste sustitutivo, pero en aquella época el morbo por conseguir que mujeres desconocidas se mostrasen para mí era bastante intenso. Son experiencias, como bien has apuntado.
ResponderEliminar¿ Siempre con desconocidas? Interesante. Estaría genial saber el por qué de ese punto, el erotismo subyacente. Gracias por la aportación, Floppy.
ResponderEliminarPues no tengo ni idea. En parte, debo admitirlo, porque no tengo conocidas con las que poder poner en práctica semejante fetiche. Pero lo cierto es que, igual que un depredador, disfruto del momento del acecho, del cortejo, de la cacería y la complicidad.
EliminarDentro de tu anonimato se te puede preguntar la franja de edad, y obtener respuesta real?
Eliminar"Tonteo sano", buen concepto.
ResponderEliminar¿ Saludable?
ResponderEliminarGracias Josep.