jueves, 28 de mayo de 2020

Susurros desde el confinamiento IV


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Me tomo mi tiempo. Y te devoro la polla durante un rato. Es agradable sentirla dentro de la boca. Primero sólo la punta. Luego hasta la mitad. Y ya. Toda entera. Hasta notarla haciendo tope en el esófago. Hasta la arcada. Pero sólo éso. Sólo un poco. Después sacarla. Rechupetearla. Como si fuese un polo de limón. Lamiendo cada gota. Cada surco. Cada chorro de líquido que resbala por su piel. Es agradable mirarla. Su punta colorada. Roja. Jugar con ella. A sacarla y meterla dentro y fuera de su fundita epitelial. Es agradable notarla dura entre mi pequeña mano. Es agradable masturbarla. Es agradable mirar tu cara. Y ver que tienes la misma expresión que un cadáver. Inexpresiva. Eres de placer inexpresivo. De contención. Lo paso por alto. He venido a disfrutar. He venido a follar. He venido a reembolsar todas las ganas que me quedaron en dos mil diecinueve por salir. Fóllame. Y te pones torpe el condón. Ahí es cuando sé, que tu poder no es tan grande. Ni mediano. Ni pequeño. Eres otro tío más. Uno de tantos. Jugando a ser mayor. Y sonrío. Y me abro de piernas. Y tú pones mis gemelos a los lados de tus caderas.  Y me penetras. Entra fácil. Resbala sin problema hasta lo más profundo de mi coño. Estoy tan mojada que tengo miedo a no sentir la polla en un agujero tan abierto. Y tan lleno de líquido. Comienzas a moverte. Me estás follando. Yo no siento mucho. Así que me doy la vuelta. Tienes mi culo en tu cara. Tengo tus manos en mi culo. Y ya. La polla dentro del coño. Y me muevo. Me muevo furiosa. Quiero mis ganas. Quiero mi orgasmo. Quiero mi polvo de oro. Quiero lo que es mío. Lo que todos me robáis. Lo que el egoísmo no devuelve al ni al cincuenta por ciento. Quiero disfrutar. Y me muevo cada vez más rápido. Mi vagina se contrae y expande vertiginosa empapando las paredes de tu polla. Quiero más polla. Quiero tus dedos. Ahora dentro de mí se mueven. Una polla. Y dos dedos. Una polla dentro del coño. Y dos dedos dentro del culo. Qué rico. Más. Más. Más. Siento tus huevos. Golpeando mi perineo. Esa parte dulce que existe entre el coño y el culo. Es excitante. Siempre me ha gustado el golpeteo de unos buenos huevos en esa zona. Cuanto más golpean. Más me gusta. Cuanto más metes los dedos. Más me gusta. Fóllame más. Más fuerte. Silencio. Silencio. Comienzo a comprender. Agarro mi juguete. Le doy al ON. Y me lo llevo al clítoris. Me acaricio con él. Con su vibración. La subo al dos. Y luego al tres. Va a estar bien este polvo. Esta paja en compañía. Este atrezzo. Sé que no vas a ser capaz de follarme mucho más rato. Ya no importa. Te pido tres dedos en el culo. Y me olvido de ti. Siempre has estado ahí por estar. Y yo me sigo masturbando. Mientras tú crees que me follas. Ambos mojados. Empapados. Seguimos follando. O algo así.

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