domingo, 30 de abril de 2017

Premenstrual.

Ovarios. Run, run, run. Todavía no duelen mucho, que dolerán, y un montón. Pero ahí están, centrifugando, avisando. De que están a punto. Sí duele el costado. Y un poco más arriba. Estoy mareada. Tengo ganas de vomitar. Un cansancio enorme. Fatiga muscular. Inflamada la garganta. Mierda de regla. A mí me provoca todo ésto. Y más. Bendita regla. Sin ella estaría peor. Ajo y agua. También dedos. Ojalá pudiera encajarlos todos ahí dentro. Olvidarme de estos pechos hinchados. Exhuberantes ya de por sí, hoy desbordan. Duros. Gigantes. Los pezones. Sensibles. De un rosado fuerte. Menudas tetas. Menudo vientre. Hoy la lorcita es lorzota. Flotador menstrual. Toda yo un poco más carnosa. Un tanto más sensible. Un muy cachonda. ¿ Y tú?. Donde carajo te has metido. Tú y tu carajo. Me hace falta. Dentro. Muy adentro. Calmando el dolor. El deseo. La locura. No esta tableta de chocolate puro. Y estos dedos. Estas manos. Este vibrador. Este dildo. Creo que me quedaré insatisfecha. Explotaré. Gemiré. Me derrumbaré sobre el colchón exhausta, liberada y chorreante. Quizá media hora. Una como mucho. Calmaré mis ovarios. Calmaré mis pechos. Calmaré mi clítoris. En esa mierda de instante en soledad. Te insultaré. Te follaré con la mente. Me pondré encima y debajo de ti. Morderé la almohada pensando en tu cuerpo. Meteré todos los dedos que pueda dentro de mí. Te sentiré detrás. Te sentiré en mi pubis. Te sentiré en mis pechos. Te sentiré en mi boca. Abriré los ojos durante el orgasmo, y me veré sola. Con un juguete. Desnuda. Desparramada. Despeinada. Deseosa todavía de tu polla. De tu lengua. De tus dedos. Vacía. Recién vaciada. Sin haber estado llena. Un pequeño remiendo para este enorme descosido. Supongo que bajará hoy. Mañana estará apoteósica. Pasado, no sé. Pasado tendré unas ganas que me muero. Y al otro, Y al otro. Tendré que masturbarme hoy para todos esos días. Tomar la delantera. Acumular reservas. Sin ropa. Sin ti. Sin aire. Orgasmo, tras orgasmo. Pura compulsión. Pura perversión. Pura frustración. Ahora a cuatro patas me incorporo. Cojo esa polla de látex. La miro con tristeza. La miro con apuro. La miro hasta que ya no puedo mirarla. Y desde la punta, hasta sus cojones artificiales desaparece dentro de mí. Zum!. Subo y bajo. Bajo y subo. Contraigo. Expando. Sueño. Es él. No es. Es. No es. Voy a llamar a mi pollón, Margarito. Qué cosas se me ocurren mientras follo. Me río. No tiene gracia. Es látex. Inerte. Inanimado. Insípido. Inmóvil. Y yo que me muevo. Subo y bajo. Bajo y subo. Voy dejando un rastro de moco un tanto blanquecino. Lubrico. Lubrico más. Resbala. Me llena. Me vacía. Me vacía, Me llena. Pero de mentira. Aprieto los ojos para convencerme. Me masturbo con una mano. Con la otra me aprieto un pezón. Intento apretar los dos. Muerdo mi labio. Ya no me duele nada. Ya no siento nada. Soy un trozo de carne cabalgando una polla de plástico. Me empotro a mí misma contra el juguete. Más. Más, Más. Mi dedo me masturba a una velocidad alucinante. Mi coño al galope desencajando mis caderas. Ahí voy. Grito en silencio. Me corro. Dejo todo perdido de líquido y de corrientes alternas que salen de mi interior. Caigo rendida. Boca abajo. Ya está. Ya pasó. Tampoco ha estado tan mal. Probemos de nuevo, hasta que esté bien. Que no estará, hasta que estés.
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1 comentario:

  1. Pommette... últimamente estás que te sales con tus entradas y nos dejas a los demás salidos cuando te leemos. La verdad es que me dejas sin palabras, un relato excepcional y muy, muy, caliente.

    Besos.

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