martes, 22 de mayo de 2018

Follar es una cosa muy difícil.

Follar es una cosa muy difícil. 


Follar bien. Sentirse bien follado. Sentir que uno ha follado bien. Una follada increíble. Sexo. Con mayúsculas. No me habléis de polvos. Quien quiere fast food en un cuerpo gourmet.

Follar bien. Tan difícil. Casi como el amor. O más. El amor es complicado y difícil. El sexo es difcili y complicado. Se necesitan al menos dos personas para ambos. Sí. Una acaba harta de pajas. Son geniales. Son estupendas. Hidratan. Relajan. Tengo mono de piel. Aunque no haga tanto. Mi cuerpo pide otro. Y que encaje. Más allá de como puede encajar una polla en un coño. Más allá de como puede encajar un coño en una polla. Primero deben encajar los besos. Y los besos son tan complejos como el amor.

La dificultad de los besos. De follar. Y del amor. Sólo que. El amor no depende apenas de nosotros. Es química. También el sexo y los besos. Pero de otra manera. La tabla periódica está en nuestras manos. Llevamos décadas con el dedo en el coño. Con la mano en la polla. Todo aquel que haya sido listo. Que no haya querido que su piel dependa de otra piel. Para saber darse. Hay que primero haberse dado todo a uno mismo. Hasta el tuétano. Hasta haberse desgastado el clítoris durante horas. Días. Semanas. Con aquel vídeo vhs. Con aquellos espejos. Con aquellos adornos de forma fálica. Con aquel disfraz. Y tan desnuda. Más desnuda que si no llevase piel. Es entonces. Cuando aprendes. De la generosidad. De la solidaridad. De la empatía. Del amor propio. Y del impropio. Sólo se puede dar. Para llegar. O casi llegar. O lo que sea. Cada cual que vaya hasta el punto que pueda. Deba. O le guste. Dando.

Follar se ha vuelto dificil. Siempre lo fue. Una da. Da. Se abre de piernas. Se abre de piel. Se abre de carne. Se abre en canal. Abre su generosidad. Y la jode. Y la joden. Bien jodida. Siempre pongo todo de mi parte para llevarme lo mejor. Incluso en lo peor. Pero siempre. El egoísmo. El que da, pero sin darse. El ego. También. Si ella no va hasta donde yo creo que debe. No me siento recibido. Al carajo!!! Ella va hasta donde puede. Hasta donde debe. Hasta donde le gusta. Y si ella. No quiere. Hacer de éso. Un algo difícil. ¿ Por qué debería serlo?

Una vez me acosté con un tipo. Metió la cabeza entre mis piernas. Me tuvo tanto tiempo que perdí la noción. Y el gusto. No lo comía mal. Pero no sólo cuenta su lengua. Su boca. Su pericia. Su experiencia. Cuento yo. Y mi coño. Experto en mí. En lo que le gusta. Y en su capricho. Que puede cambiar en un segundo. En su timidez. En su bloqueo. En adaptarse a la novedad. Millones de cosas. El tipo se pasó de vueltas. Es lo que yo un orgasmo con retorno. A punto de. Pero no. Y entonces. Efecto inverso. Se lo pedí por favor. No que te gusta. Más por favor. No que estás llegando, lo noto. Y mis piernas intentando zafarse de sus brazos. Fue desagradable. Si te tiemblan los muslos de gusto. No. Me tiemblan de impotencia, imbécil. Y qué si no llego al orgamo en mil ocasiones. Habrá otras mil. Déjame a mí entenderme con mi placer. Depende sólo hasta cierto punto de ti.
Y la paciencia?
Y el cariño?
Y la compenetración?
Y las risas?

No hace falta amor. Qué más da que me conozcas de y para una noche. Hazla estupenda. Cuenta conmigo. Qué más da que me conozcas de y para una noche. Tan intercambiables somos. Tienes un sexo tan genial? Hazla estupenda. Haz que repitamos. Eres tonto? Yo no desprecio oportunidades. Sólo hombres oportunistas. Tan firmes. Tan seguros. Y luego en el sexo. Si no eres como ese cliché en su cabeza. No ha ido bien. Seréis melones. Déjame que te explique. Déjame que te ame sin amor. Déjame que te folle sin presiones. Déjame que te bese. Ah, el beso. El beso es casi igual que el amor. Si no te enamoras en un beso, aunque no hayamos quedado para el amor, es igual, será un polvo de mierda.

La mierda es fácil. 
No es química. Es orgánica.

Como los polvos.