sábado, 9 de junio de 2018

Mientras

Mientras tomo una cerveza. Dejo de seguir la conversación durante un momento. Y vuelvo a ayer. Y estoy en ayer. Y soy ayer.
Mis piernas abiertas a un aire lleno de su respiración.
Mi respiración abierta a un aire lleno de su  mirada.
Mi mirada abierta a un aire lleno de su polla.
Mi coño abierto a una polla. Y falta el aire.
Y deseo la polla. De nuevo. En mi coño.
Y me sobra el aire.
Cuando las piernas no quieren cerrarse. Yo me quedo abierta. Y de pronto es ayer.
Y de pronto no hay aire.  Y de pronto no hay piernas. Sólo soy un coño. Sólo soy un latido. Sólo soy un enigma. Buscando tu polla. Buscando meterla en mi boca. Escapando del aire. Escapando de mis piernas abiertas. Y me espera una cerveza. Y una conversación. Y no tengo palabras. Tengo la cabeza. Llena de aire. Un aire que huele a tu polla. A tus manos. Oliendo. A mi coño. Y espero que todavía huelan. Y te acerques los dedos a la nariz. Y tu aire. Sea mi coño. Un olor profundo. Tan profundo. Como el lugar más profundo de mi vagina. Donde ayer. Estuvieron las yemas de tus dedos. Tan adentro. Que ahora recuerdo. Y me falta el aire. Y me falta esa polla. Y no quiero volver a respirar. Una vez más. Pero todavía queda cerveza. Y debo prestar atención. Aquí estoy. Intentando escuchar. Respirar. Con mi coño abierto.

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