sábado, 26 de octubre de 2013

Ganas




Como en un círculo vicioso se van los días en rojo de mi calendario. El engranaje hormonal vuelve a girar, y mientras los óvulos se asoman a las trompas en posición de salida, a mí se me alteran los biorritmos pasionales.

Ultimamente es como un mantra. Hay millones de temas que tocar en este blog, y yo sólo tengo ganas de que me toquen a mí. Es el suplicio de la súplica muda y el cosquilleo mortal de necesidad en la entrepierna.

Me siento frívola y decadente, quemando las noticias del diario con la punta de mi lengua ardiente, sin ganas de ducharme, revolviéndome entre sábanas ya gastadas y sin lustre. Esperando un sexo sucio que no llega, sacándome los ojos para no ver quien me penetra, poniendo el culo en pompa y el coño al aire reclamando un reguero de esperma caliente y denso, que calme esta hora de más  que hoy regala el reloj.

Cuantas ganas, de nuevo, y de nuevo pierdo ante las ganas.

11 comentarios:

  1. y que haces aquí perdiendo el tiempo... Busca a tu primer vecino Voayeur que te parezca aceptable, cógele del nudo de la corbata y arrástratelo a tu cama. Le dices que si no se porta bien, se lo dirás todo a su señora y verás como triunfas ;P

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    1. no me gustan mis vecinos. las ganas son acuciantes pero no ciegas ;)

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    2. tienes respuesta para todo eh?jajaja... A ciegas nunca, con la luz apagada a veces...

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  2. La ambiguedad del deseo.....sin dudas.

    Mi beso

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  3. me siento frívola y decadente.
    esas dos palabras son mis apellidos.
    me encantó tu entrada, se le de un tirón, o de una corrida.
    saludos.

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    1. eran mis apellidos de ayer, hoy tengo otros y mañana volveré a tener unos distintos.

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  4. pero déjame advertirte que es mejor tener ganas, que simplemente amanecer frívola como un témpano de hielo que no deseas ni que te la metan por ningún agujero, cada día que despierto con ganas es como simplemente amanecer con vida, donde ese cosquilleo constante del músculo sin hueso que cuelga de mi cadera, me dijera que sigo vivo, con muchas ganas de follar por el simple hecho de seguir con vida, no tener ganas es como estar prácticamente muerto, en un funeral donde sólo existe un invitado que eres tú, y el muerto que también eres tú, así que yo no lo vería como algo complicado tener ese cosquilleo en la entrepierna, agradece que lo tienes, porque cuando deje de existir, lo extrañaras sin saber como hacer para que vuelva.... excelente entrada, maravilloso blog

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    1. bueno, frívola lo soy cantidad de veces... fría nunca.

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