domingo, 17 de mayo de 2020

Gritos desde el confinamiento IX

Frustración. Nivel resignación. 
Me he pasado la noche soñando que me masturbaba. En lugares varios. Y situaciones peregrinas. Yo sentía ganas. Y allí donde estuviera. Abría mi coño con una mano. Dejaba brillante, tensa y tersa, la zona del pubis. Donde está el clítoris. Y libre. Y con la otra. Empezaba a a desarrollar círculos furiosos. Mientras me empapaba el dedo.  Presionaba el botoncito duro. Y acariciaba arriba y abajo la zona. Me desollaba frenética. Hasta que algo sucedía. El sueño cambiaba. Y me quedaba a medias. Yo dormida. Y a medias. Lo sueños se han intercambiado. Desarrollado. Entremezclado. Como en una resaca delirante. Y mientras. Yo dormida. Y a medias. Me he despertado varias veces. De noche. Con ansiedad. He vuelto a dormirme. Y soñar. Y entre cada sueño. Había pequeños sueños recurrentes. Y cíclicos. Sobre mí. Abriéndome los labios. Del coño. Y pajeándome con furia. Así. Hasta las ocho y media. De esta mañana. Cuando me he bajado el pantalón del pijama. Las bragas. He abierto las piernas. Y cubierto mi cuerpo hasta la cabeza. Con la sábana. He suspirado por debajo. Y he abierto. También. Mis labios. De mi coño. Y he tocado mi clítoris. Creí que me daba algo. Y he comenzado a masturbarme. Con furia. Con ganas. Desesperada. Luego más suave. Llenando mis dedos de flujo. Me he subido la parte de arriba del pijama. Para dejar libres mis tetas. E ir pellizcando a cada tanto. Mis pezones. Duros como piedras. Hinchados como canicas. Suaves. Como la seda. Y he estado ahí. Un buen rato. He cogido el teléfono. He desactivado el modo avión. Y mirado algunas fotos. Estimulantes. He querido comprobar. Si había. Algún. Mensaje. Foto. Nueva. No. Algún. Interés. Renovado. No. Alguien que me desease al otro lado. No. Así que he vuelto a dejar el teléfono. No ayudaba. No existía ese algo tan potente que suele ayudarme. Tampoco debería haberlo. Hace dos días. Quisieron mandarme. Archivos. Sexis. Y no me apeteció. Ultimamente. No me estimula la urgencia del de enfrente. Así que dejé el móvil. Pero dejé la pantalla activa. Tenía ganas de una luz. De verme en penumbra. Tocándome. Furiosa. Gozando. De grabarme. Quizá. Pero han comenzado a escucharse. Ruidos de vida en casa. Unas ollas. Una cisterna. Y se ha ido todo al carajo. Y me he subido las bragas. Y el pantalón. Y mi nivel de frustración. Mezclado. Con. Resignación. Al menos hace sol. Espero que se mantenga. Que brille con fuerza. Como mi coño. Para poder. En la sobremesa. Encerrarme. Bloquear la puerta. Abrir la ventana. Desnudarme. Y tomar el sol. Mientras abro mi coño. A los rayos calientes. Mientras dejo escapar. Mi flujo libre. Mientras presiono. Mi clítoris con furia. Y pueda. Por fin. Explotar. De una puta. Vez. 

1 comentario:

  1. ¿Nadie te deseaba al otro lado de la pantalla? ¡Imposible!
    Sabía que el mundo estaba volviéndose loco, ¿pero tanto? ¡Ja!

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