martes, 26 de mayo de 2020

Susurros desde el confinamiento III


(...)

Se me corta el grito cuando dices. Espera que cojo tu mochila. Y te oigo rebuscar en ella mientras con la otra mano me pellizcas las tetas. Suena una cremallera. Y luego un zumbido. Siento un calambre en mi clítoris. Y todavía me mojo más. Has puesto mi juguete en el nivel dos y estás acariciando con él el botoncito de mi coño. Uf. Chupas el dedo índice de tu mano libre y luego introduces la punta en mi ano. Comienzas a jugar. Juegas con mi agujerito del culo. Juegas con mi juguete en mi clítoris. Ahora sí que voy a gritar. Ahora sí que me voy a derretir. Ahora sí que voy a estallar. Y me das un golpetazo en la nalga con tu polla dura. Una gotita de semen se me queda allí pegada. No podría estar más cachonda. Más sucia. Más intensa. Más a punto. De romperme. En mil pedazos. Es ese orgasmo antes de llegar al orgasmo. Ese sí. Pero no. Ese que ya no puedo más. Pero puedes un poquito más. Ese métemela toda de una puta vez. Pero no. Sigues jugando. Ahora el juguete está dentro de mi coño. Y tu lengua dentro de mi ano. O eso creo. Porque ya no sé. Ahora el juguete está rodeando mi ano. Y tu lengua en mi clítoris. Y tu índice en mi coño. O eso creo. Ya ni sé. Deberías follarme. Ya no queda sábana seca debajo de mí. Y me duelen las piernas de la tensión. Y se me acaban los jadeos y los suspiros. 
Digo tu nombre. Te agachas y metes tus dedos embadurnados de mí. De mi coño. De mi culo. De mi sudor. En mi boca. Y  mientras la tengo llena. Llenas mi culo. Metes la punta de tu polla. Tu capullo. Dentro. Y yo creo que me la has metido toda. Ay. Ay. Au. Auch. Auuuuu. Wow. Guau. Así. Sí. Qué rica. Esa mitad de tu pene. Dentro de mi culo. Y esos dos dedos, de tu mano derecha. Dentro de mi coño. Me follan al compás. Zas. Zas. Zas. Silencio. Intento mirar atrás. No llego. Apeno veo parte de tu barbilla. Te estás mordiendo el labio. Estás cachondísimo. Éso todavía me pone más cachonda. Me pellizco los pezones con la mano que no me sujeto al colchón para no caerme. Equilibrismo de colchón con tu polla en mi culo. Me estás follando. Me penetras. La sacas un poco. Me desquicias. Me derrites. Me vas a matar. De gusto. Una vez más. Me vas a secar. Como puedo mojar tanto. De gusto. Dices mi nombre. Repites mi nombre. Y dices. Quiero que te guste. Quiero que te guste tanto como a mí. Quiero que disfrutes de tu coño como yo disfruto con él. Quiero que te sientas tan cachonda como eres de cachonda para mí. Quiero que notes mi deseo. Porque te deseo mucho. Y repites mi nombre. Y se me deshace la entrepierna. Y se derrite mi coño. Y creo que  va a reventar mi culo. Mi culito. No es la bala vibradora que uso conmigo. Es tu polla. Dura. Húmeda. Y está dentro. Mañana va a dolerme. Pero ahora me encanta. Podría correrme así en un ratito más. Pero decides que no. Que no es momento de corridas. Ni de fines. Ni de terminar. Tanto tiempo esperando. Tiene que durar varias horas más. Va a ser una noche muy larga. Dices. Y apagas el juguete. Sacas la  polla de mi culo. Quitas el dedo de mi coño. Dejo de pellizcarme las tetas. Ven. Digo. Y dejas la trasera de la cama para ponerte en el lado derecho. Así. Con el pantalón gris de chándal bajado. Medio mojado. Con tu polla dura fuera. Y los huevos asomando. Nos miramos. Yo sonrío. No sé follar sin sonreír. Y te digo. Y ahora te toca. Déjamela un rato. Ahora me toca. Ahora te la voy a comer. Y te tumbas en la cama. Y yo en la misma postura que estoy. Te agarro la polla por su base. Y con la otra mano te cojo los huevos. Y acerco mi boca. Porque tengo unas ganas inmensas. De comértela. Un ratito. Sólo. Solo un ratito más.

(...)


1 comentario: